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Pauta oficial: un solo grupo se quedó con el 21%
Con muchos meses de demora, la Jefatura de Gabinete de Ministros publicó finalmente ayer en su página web cómo distribuyó entre 1059 empresas y personas los 426.465.309 pesos que destinó a publicidad oficial en el segundo semestre de 2011. La cifra tuvo un incremento del 24% respecto del primer semestre de ese año, cuando el gasto había ascendido a $ 344.664.375.
El grupo Veintitrés, propiedad de los empresarios kirchneristas Sergio Szpolski y Matias Garfunkel, sigue al tope de los beneficiados con el dinero público, con 50,6 millones de pesos, unos 280.000 pesos por día. Esa cifra (que representa el 11% del total de la publicidad estatal del semestre) resulta de sumar siete sociedades mediante las cuales Szpolski-Garfunkel ingresan los recursos del Estado: Balkburg (diario gratuito El Argentino), Soluciones Logísticas (señal de noticias CN23), Comunidad Virtual (diario Tiempo Argentino), Desup (Radio América), Milke (revista Siete Días), Manucorp (revista Veintitrés) y Periomundo (semanario dominical Miradas al Sur).
Sin embargo, los empresarios podrían haber ingresado una cifra superior difícil de identificar porque el gobierno nacional sólo publica los montos y las razones sociales que los facturaron, pero no los nombres de los medios concretos en los que los avisos fueron difundidos. En total, el grupo Veintitrés recibió en 2011 por lo menos $ 92,8 millones, según reconoce oficialmente el Gobierno, el 21% del total anual.
Las cifras oficiales coinciden con las tendencias reflejadas por los números del monitoreo publicitario que realizan consultoras privadas, y confirman que el gobierno nacional sigue utilizando la pauta para premiar o castigar a los medios según su línea editorial. Por caso, Editorial Perfil -que ganó en varias instancias un reclamo judicial contra esa discriminación- sumó en todo el año $ 439.750.
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Nación y Ciudad, unidas por la publicidad oficial
Un estudio comparativo sobre el manejo de la publicidad oficial por los Gobiernos de Cristina de Kirchner y de Mauricio Macri refleja nítidas similitudes entre ambas administraciones en cuanto a su criterio de distribución.
El análisis fue elaborado por el docente de las universidades de Buenos Aires y Quilmes Martín Becerra para la organización Poder Ciudadano, y se aboca al reparto publicitario oficial en radio y televisión entre los meses de mayo y octubre de 2011, en coincidencia con la pasada campaña electoral.
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La publicidad oficial aumentó un 40% el año de las elecciones
El Gobierno informó que gastó $ 345 millones en publicidad oficial en medios, durante el primer semestre de 2011, según Jefatura de Gabinete, que conduce Juan Manuel Abal Medina. En el marco del año electoral, el incremento fue del 40%, con gastos por $ 100 millones más que en 2010.
La pauta oficial se utilizó para premiar a los medios afines al Gobierno y castigar a los que son críticos de la gestión oficial.
El grupo Szpolski-Garfunkel recibió $ 42 millones; los canales de Telefé (de Telefónica ) obtuvieron $ 38 millones; América TV y los otros medios de Daniel Vila y José Luis Manzano, $26 millones; Canal 9 –de Angel González–, $ 24 millones; Página 12 tuvo $ 19 millones y el Grupo Olmos (Crónica y BAE) recibió $ 12 millones.
Entre los que menos publicidad recibieron, se destacaron Grupo Clarín , con $ 2,5 millones; La Nación , con $ 1 millón y Editorial Perfil , con solo $ 119.000.
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Año electoral = aumento de la pauta oficial: intentan frenar la arbitrariedad en el destino de los fondos
El bloqueo que impidió la distribución de Clarín abrió la puerta para poner en discusión una de las aristas de la libertad de prensa: la distribución de la publicidad oficial. Los gastos de la gestión Urribarri y el favoritismo del kirchnerismo por los medios afines.
El bloqueo del domingo pasado que impidió la distribución del diario Clarín desató un profundo debate respecto al estado de la libertad de expresión en la Argentina. Independientemente del enfrentamiento entre el Gobierno y el multimedio más importante del país, el episodio abrió la puerta para poner en discusión una de las aristas del problema: la distribución de la publicidad oficial.
